¿Por qué cantamos?

Dog days are over- Florence and the machine

Volvi a cantar. Ya había contado por acá que a mi siempre me gusto cantar. Desde muy chica fue una manera de encontrar felicidad. Tuve la fortuna de que mi familia se copo en desarrollar mis intereses artísticos y me llevaron a clases desde muy chica. Me gusta como canto. No soy una gran cantante, ni tengo una técnica súper prolija y desarrollada, no sentí nunca el llamado de la música y decir, quiero ser cantante y brishar en el escenario. No. Pero si necesito cantar.
Y por muchas circunstancias y decisiones yo guarde silencio mucho tiempo. Desde que vine a vivir aca en 2006 guarde silencio. Pase de ir dos veces a la semana a clases de canto y tener recitales con amigos cada dos semanas a el silencio, me enfoque en la FADU, en mi relación, en aprender a ser grande, responsable, en tomar las riendas de un hogar y me olvide de cantar. Y extrañaba, extrañaba mucho cantar. Este año me separe y me encontré con mucho tiempo para mi misma, y decidí que iba a empezar a hacer las cosas que me gustaba mucho hacer y deje de lado: Invitar amigos a casa y cocinarles, Ir a clases de fotografía, cantar. Y volví, fue genial. como si nunca me hubiera ido. Con la respiración oxidada pero muchas ganas. Gracias infinitas a mi profesora Maria Cocó que con paciencia y amor infinito me llevo a desarrollar y emprolijar lo que tenia muy flojo y cada clase aprendo mas y mas, nunca habia tenido una profesora mujer y es una energía fantástica y totalmente diferente.
Ahora soy insoportable, canto todo el tiempo. En la oficina, en la casa, mis vecinos del edificio me conocen por la que canta, los tengo re podridos. En las paradas de bondi. Sepan perdonar pero me reencontré con un amor de toda la vida.